Vamos a dar inicio a una publicación en varias entregas de un artículo de la Presidente del Instituto de Cultura Hispánica de Catamarca Mgter Juana Collado de Sastre. Este tema fue presentado como ponencia en el Congreso de Institutos de Cultura Hispánica del pasado año 2014 realizado en la ciudad de Córdoba. Es de gran interés porque nos presenta a un autor, Federico Pais (uno de los creadores de la Universidad de Catamarca) poco conocido en Mendoza que ha desarrollado una gran obra, pero además nos permite adentrarnos en la diversidad lingüistica de un país tan grande como el nuestro, fruto de la rica herencia hispano-criolla.
Que les sea de utilidad...
Mi contacto personal como alumna y ayudante de cátedra del Prof.
Federico E. País me permitieron conocer la labor de un auténtico hispanista
que, a través de la investigación, estudio y análisis de la lengua española,
atravesó las fronteras del tiempo y el espacio para revitalizarla en la Pcia.
de Catamarca y en el recorrido por sus departamentos del interior. En sus
viajes de incansable buscador de palabras, llegó a la interioridad del ser
catamarqueño al recoger las expresiones auténticas y originales de su modo de
hablar. Sabemos que la Lengua
es la “mostración del ser”, según él mismo nos decía en clase, “el espíritu del
hombre debemos hallarlo en su forma de expresarse y así mostrar su realidad
circundante”. Intentaremos en un breve recorrido por sus investigaciones
mostrar cómo la lengua hispana halló su cauce profundo en las voces
catamarqueñas que tanto País como algunos antecesores lo hicieron, tales como
el Padre Larrouy, Samuel Lafone Quevedo, Adán Quiroga, Juan Alfonso Carrizo lo
hicieron antes. ¿Quién fue Federico Emiliano País?. Nació en Rosario Tala
(Entre Ríos) el 04 de agosto de 1919 y falleció en Catamarca el 29 de julio de
1995. Fue Maestro Normal Nacional y profesor de Castellano, Literatura y Latín,
egresado del Instituto Superior de Paraná. Allí obtuvo, en su graduación,
Medalla de Oro, por el más alto promedio, otorgado por el Ministerio de
Educación de la Nación. Se trasladó a Catamarca y
fue el propulsor de la creación del Instituto Nacional del Profesorado
Secundario, que vino a cumplir un destacado rol en la educación Superior desde
el Norte del País y dirigido a todos los puntos cardinales de la Nación que sentían la
verdadera necesidad de contar con un establecimiento educativo de este nivel. A
él acudieron jóvenes de distintas provincias argentinas con la invalorable
vocación del servicio de la enseñanza en el nivel medio. Asignaturas como:
Lengua y Literatura, Historia, Geografía, Ciencias Exactas y Naturales,
Ciencias de la Educación,
Filosofía, Inglés cubrieron las grandes expectativas de la juventud del
momento. El Prof. País, junto a otros destacados intelectuales de la Provincia acudieron con
el Proyecto para la Creación
del Instituto del Profesorado, que comenzó a funcionar el 14 de junio de 1943.
Esta Institución fue la base de la
creación de la Universidad Nac.
de Catamarca y también el Prof. País fue el promotor de su creación, cuyo
funcionamiento se inició en septiembre de 1972, siendo el autor del
Anteproyecto de Ley para su creación.
Recibió la distinción en mérito a su trayectoria siendo declarado
Ciudadano Ilustre de la Ciudad
de Catamarca, y Miembro de Número de la Academia Argentina
de Letras.
Escribió en distintos géneros: en Poesía publicó “Mitad de la vida”, de
la que tuve el honor de hacer su presentación pública y otros; Estudios
filológicos: “Hacia un estudio integral de la toponimia catamarqueña” (1976);
“Estudios catamarqueños de dialectología” (76/78); “Algunos rasgos estilísticos
de la lengua popular catamarqueña” (1974); “Notas lingüísticas catamarqueñas e
hispanoamericanas”, “Arcaísmos e indigenismos de la lengua popular
catamarqueña” ( 1954); “Nuevas notas para el estudio de nuestra lengua
regional”. Obras sobre educación: “Vida espiritual en Provincia”; “El artesano
y sus posibilidades en Catamarca”; “Sentido y elogio de la acción del profesor
en Catamarca”.
En Filosofía: “Manuel Gonzalo Casas y el problema del Tiempo”, “Esquiú:
identidad de su misión divina y su acción civil”, y otros; en Crítica
literaria: “Laberinto y liberación de Adán Quiroga”, “La rebelión de los
escritores de hoy”, “Los motivos de José Hernández y los motivos de Martín
Fierro”; “Observación primordial sobre Lugones y su circunstancia argentina”.
Estudió y analizó la obra y el pensamiento de grandes de la Literatura española,
como Unamuno, Valle Inclán, Azorín, Ortega y Gasset; de poetas como: García
Lorca, Antonio Machado, Rafael Alberti, Miguel Hernández y varios más.
Nuestra historia patria no le fue ajena: Escribió sobre Manuel
Belgrano; el Gral. José María Paz, la historia de Barranca Yaco; “Catamarca en la Coalición del Norte”;
sobre el Gobernador José Cubas, etc.
Federico País intelectual, humanista, admirador de los clásicos, de
profunda raíz cristiana, fue el Maestro indiscutible de generación de
catamarqueños que lo tienen como referente en su formación docente.
Personajes característicos de Catamarca y el Norte argentino, admirados
por Federico País, aparecen en su obra, por ejemplo en “Catamarca en la
coalición del Norte” agrupa tres poemas que recuerdan el resultado nefasto que
tuvo el levantamiento de las provincias del noroeste argentino contra Rosas.
Resaltan nombres propios como los de Lavalle y Marcos Avellaneda, o Isidoro
Ponce, soldado de las fuerzas catamarqueñas que participaron en la batalla de
Famaillá el 19 de septiembre de 1841, Gregorio González en el romance “Llanto
de las mujeres en Catamarca”, José Cubas a quien sin mentarlo dedica su “Monólogo
inmortal a la cabeza en la pica” (4 de noviembre de 1841). Estos poemas
confirman, lo señala la Lic. Calás
de Clark lo que el autor mismo confiesa acerca de su amor por la tierra
catamarqueña, presente en sus avatares históricos, su geografía y sus hombres.
Es necesario destacar que en sus obras, y cuando la ocasión es
propicia, incorpora coplas de Juan Alfonso Carrizo y reconoce los matices de la
lengua popular en el léxico del coplero, maestro en la recopilación de decires
del Norte Argentino. En sus versos emerge el lenguaje del intelectual, del
lector incansable y también del lingüista apasionado por el léxico regional
cuyos rasgos estilísticos es el primero en estudiar.
América Hispana no le fue indiferente, así lo expresa en otros poemas
porque consideraba que “la
Hispanoamérica dramática en busca de su camino; la América entrañable, la
hiper-América. La América
barroca, debe ser una América vivida y sentida de una manera “carnal” y con
infinitas posibilidades.
País fue un ferviente católico, lo rebelan sus composiciones “Procesión
de la Virgen
del Valle” y “Tierra de Esquiú”, con un epígrafe de Leopoldo Lugones, bajo cuyo
titulo incluye “Presagios”, “Libro de horas” y “La tierra consagrada”. En él se
puede aplicar lo que decía Dámaso Alonso: “Es de un poeta católico esta voz que
canta. Su fe infunde su libro, le da serenidad, sentido, armonía”. En la prosa
narrativa se permite reconocer el paisaje de las distintas regiones de
Catamarca, elementos característicos de su geografía, su flora, su fauna y que
los comenta en la Crónicas
sobre sus viajes al interior de la
Provincia, como por ej. Laguna Blanca (Dpto. Belén).
En la próxima entrega:
EL SIMBOLISMO FONOLÓGICO DE LA LENGUA POPULAR CATAMARQUEÑA
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