![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjlLTYiMnyU_rmleMDehib5qx4b_UQMIMBh2Xe4GnUcY66bppCB1UkTn5NN1T8GpYwDMYIFWBl2N4k27P35eOi1G4uZbuL59gStpQjiiOClwGG-6KPinOKjurdolNDQ_tYGOO8fbltW-lnX/s200/Prof._Ignacio_Tejerina_Carreras.jpg)
Individualismo
de pensamiento
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhM06vTpF91losQkVMi1B1TQwCn0UI7TrPywlwUG758bZx71Wkf06KL70oagP6R3Ccg6ZQF4bI_HaCRjZKK41HD3NsApgh21uWPbC-2rCc0p9jiTS5pC5MAD5x-v8JVNXk9HFGA9wo_COTK/s1600/carlos+V.jpg)
Más adelante en su
libro Palacios nos habla de las insurrecciones criollas y nos dice que las
rebeliones precursoras de la independencia americana son las de los criollos y
que la emancipación sólo se concreta en hechos cuando la progenie americana
acentúa su arrogancia y comienza a crecer el antagonismo entre los llamados
españoles americanos o criollos y los españoles peninsulares. El
fortalecimiento de los criollos va a iniciar el proceso revolucionario con la
conjunción de lo que el viejo dirigente del Partido Socialista llama masas y
entes, acentuándose la incompatibilidad de convivencia y haciendo perder a los
españoles peninsulares su acción reguladora sobre el orden social. Los criollos
eran amigos de cosas nuevas por constituir ellos mismos un tipo nuevo.
Reproducían acentuados y se ha dicho, con razón, el individualismo anárquico
del pensamiento y el amor a la independencia personal, comprimidos en España y
exacerbados en América.
Democracia,
soberanía y Bien Común
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgjP_MYit_YbDp3dvWR0mo-dbWqU-nIICweZpP1tkpzcnDd02_RbrWjom1pFkVYUwUJExEhrbXWh2ddQWQeZZldMu5hXHQALiaJESCsjJMXi4qQD0ZXipnY7uqUX9ytyvfdSEsn63FX5NRb/s320/Cabildo%252C-Salta%252C-Salta-2.jpg)
No podemos dejar pasar por alto toda esta influencia enorme que traían los peninsulares consigo con su intenso sentimiento de gobierno propio, no sólo las comunidades de Castilla y Aragón, sino también Vizcaya y Cataluña, y aquí fundaron los cabildos que traerían la nueva libertad con el principio de la soberanía del pueblo. Y fue el mismo emperador Carlos V o Carlos I de España, el monarca del absolutismo, quien dictó la Real Cédula de 1537 invocada más tarde por los comuneros de América y que se convirtió en la carta cívica que justificaba todas las insurrecciones. Aquí interviene algo que es muy importante para la democracia no sólo nuestra sino universal, democracia donde aparece esbozada la doctrina del común, la doctrina de la soberanía del pueblo, principio anterior a toda ley escrita según D. Fernando de Mompó y Zayas, hombre de elite que llega a Asunción en 1730 y desarrolla las ideas que iniciara Antequera adoctrinando al pueblo cuando se produce la insurrección de los comuneros en 1721. Estas sublevaciones de los comuneros se realizan en las primeras décadas del siglo XVIII, 1721 y 1730 y por supuesto no se había producido aún la gran conmoción que inflamó el alma de nuestros próceres en la década del ´10. Juan Jacobo Rousseau, el paladín de la democracia individualista, todavía era un niño y su Contrato Social no aparecería hasta la segunda mitad de ese siglo XVIII.
Se pregunta Palacios ¿De dónde surgía entonces esta doctrina que los comuneros proclamaban como un magnífico ideal por el cual morían y que la Revolución Francesa consagraría más de medio siglo después en la Declaración de los Derechos del Hombre? Y se contesta “venía del solar de la raza”. Y nosotros agregamos “del solar de la raza del que hablaba el escritor Manuel Gálvez, biógrafo de Yrigoyen. De la raza de la que hablaba el primer presidente radical del país. De esa raza de hombres mezcla de muchas etnias diferentes y diversas, que pasa a América y se mestiza. Y en el marco de la tierra americana deja su descendencia criolla y mestiza y que en el siglo XIX dará lugar al gaucho rioplatense, uno de nuestros prototipos humanos. La doctrina de la soberanía del pueblo surge en la Península Ibérica entre otros con Francisco Suárez, el filósofo, quien siguiendo a Santo Tomás de Aquino sostiene el principio de la soberanía del pueblo y su doctrina se enseñaba en las universidades de Córdoba y Chuquisaca. En esa doctrina se afirmaba que el reino no es del rey, sino de la comunidad y la misma potestad regia o real, es por derecho natural de la misma comunidad y no del Rey, por lo cual la comunidad no puede abdicar totalmente de ese poder. Cuando el Rey se excedía en su autoridad las juntas populares podían oponer el pase foral declarando nula las reales órdenes y de allí la antigua fórmula de se obedece, pero no se cumple
La hermandad hispano-criolla
Pero volvamos a la vieja polémica que es siempre discutir sobre nuestro pasado que puede ser sano y liberador, pero no debemos dejar nada ni ocultar nada. Esa tenaz campaña que se viene librando desde el 12 de octubre de 1492 que se ha llamado la Leyenda Negra, ha servido a muchos fines diferentes y a veces opuestos y contradictorios. Sirvió secularmente a los enemigos y competidores europeos de España como Inglaterra, Francia y Holanda entre otros, y contra muchos americanos que apoyaron indiferenciadamente propuestas indigenistas muchas de ellas grandemente justificadas y otras llenas de un larvado sentimiento antagónico y un odio hacia España y hacia lo criollo.
Por eso es que ante la pregunta que nos hacemos todos aquellos que reflexionamos sobre la temática de la conquista y la colonización, nos preguntamos ¿qué beneficios ha aportado a la unidad, cooperación, entendimiento, estabilidad y mejoramiento de América Latina o Iberoamérica la campaña contracelebratoria del 12 de octubre y al mismo tiempo denostativa de nuestro llamado período colonial? Consideramos con pruebas más que suficientes que una campaña de ese tipo no solamente no aporta nada, sino que no hunde el bisturí en la realidad de lo que somos, pues a través de la asunción de nuestros padres y de nuestro origen podemos gozar de los beneficios que nos otorga la hermandad y aclaro, no hermandad en la desgracia, sino hermandad de sangre, biológica, cultural, heredada que nos viene desde hace más de 5 siglos a través de la historia común.
[1] Nota del editor: Democracia
anterior al liberalismo capitalista creador de la democracia actual emanada de
la Revolución Francesa del siglo XVIII
No hay comentarios:
Publicar un comentario